Acontece
El paisaje se podría plantear como una construcción idealizada, formada por dos componentes: naturaleza y cultura, que, desde la esfera del lenguaje se compara con la semiótica y la sintaxis; así bien, el paisaje se define, citando a Espinosa, (2014), cómo “uno de los hilos importantes con que se teje la vida, como el tapiz único que incluye lugares, emociones e ideas” *. Se puede argüir que el paisaje es una pantalla de la naturaleza modificada por la cultura, una imbricación que está atravesada por el espacio y el tiempo, donde las relaciones espaciales y temporales son interdependientes, el tiempo siempre está referido al espacio, y el espacio al tiempo. Concibiéndolo desde el arte, tiene lugar entonces en la representación del paisaje, un distanciamiento, una dominación de lo natural, una organización mediada por parámetros que otorga la proyección cultural de cada sociedad en su territorio.
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“Acontece” consta de siete curubas silvestres recolectadas de diferentes plantas en la vereda Frailejonal de La Calera, cada fruto lleva tatuada una letra y se disponen en línea formando la palabra “Paisaje”, composición que se sitúa desde el 30 de septiembre de 2021 en un marco con vidrio. En las piezas presentadas se perciben dos momentos, el primero, donde por medio de la fotografía se muestra el registro inicial realizado el 30 de septiembre de 2021, y el segundo, la vitrina con la instalación de las siete curubas después de más de un año de transformación. Los frutos y la tinta se mezclan sin posibilidad de separarse, con el paso del tiempo se reducen, se separan y tienden a desaparecer.
* Espinosa, L. 2014 Antropología filosófica del paisaje, Revista Enrahonar 53, pag 35.